Verás, en plena pandemia, dejé mi trabajo como experta en marketing digital en una gran multinacional para poder emprender mi propio negocio.
Por un lado, me encantó la libertad de ser freelance, pero, por otro… me sentía perdida, abrumada y estresada, sin tener claro cuál era el mejor camino a seguir o qué estrategias y canales debía priorizar para empezar a conseguir clientes o hacer crecer mi negocio.
Entre los stories, los reels, los lanzamientos, los emails…. Tenía siempre más lío que el peluquero de Rapunzel.
En lugar de hacer lo que hacían todos los emprendedores y avanzar 1 milímetro en 50 direcciones, yo centraría todos mis esfuerzos en una única estrategia.
También, me iría a buscar a mis clientes a un canal con mucha menos competencia, más expertos de alto nivel, directivos y empresas, y, lo mejor de todo, un mayor poder de compra: LinkedIn.
En lugar de hacer un contenido más aburrido que un domingo de paella en casa de tus suegros, decidí trabajar mi marca personal con contenido llamativo y de un valor extraordinario para captar leads por inbound (en lugar de perseguirles con secuencias de mensajes cutres) y venderles mi Servicio Estrella Escalable a un precio lo más alto posible con un Sistema Automatizado de Captación.
La idea era tener un negocio que me permitiese aportar mucho valor a mis clientes y ganar mucho dinero sin tener una gran estructura ni matarme a trabajar. Lo llamé Minimalismo Digital. (Espóiler: funcionó).
Ahora puedo vender cada semana más de lo antes vendía en un trimestre entero, y lo más importante, con un sistema de captación que funciona con un mantenimiento mínimo.
Es decir, mientras que antes me pasaba el día perdiendo energía en varios canales con resultados mediocres, ahora tengo un sistema minimalista que funciona con un puñado de horas de trabajo a la semana y que me garantiza ingresos recurrentes, paz mental y tiempo libre para cuidarme y disfrutar con los míos.
Documento de Google
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